Una mansión de cine en el paraíso hawaiano

Por tres millones de dólares puede hacerse con esta casa con vistas al paisaje donde se rodaron títulos como 'Parque Jurásico' o 'Lost'.

Las vistas de esta villa hawaiana nos han conquistado. Al otro lado de sus generosos ventanales se concentra toda la belleza en estado salvaje de Kauai y sus vastas plantaciones de vegetales y frutas tropicales.

Kauai, también llamada Isla Jardín, es la más antigua de las islas volcánicas de Hawái y la cuarta más grande del archipiélago estadounidense de la Polinesia. Un paraíso que ofrece paisajes que han servido de escenario en películas como Blue Hawaii –traducido comoAmor en Hawái en España–, con Elvis Presley, y Parque Jurásico, además de a series míticas como LOST. 

Esta mansión de 557 metros cuadrados es un chollo si tenemos en cuenta que hace unos meses se vendía por nueve millones de dólares (algo más de ocho millones de euros) y que el próximo sábado 23 de julio se va a subastar a un precio mínimo de tres millones de dólares, que es lo que cuesta la reserva.

Más bien, será una bicoca siempre que no se acerque a los nueve millones en la puja. 

Lo que tiene para ofrecer son maravillas intangibles: una panorámica de cascadas, montañas, arcoíris, el Océano Pacífico, atardeceres sublimes y un verde reventón salpicado de flores que entra sin llamar en la casa, sin barreras entre lo que es natural y lo que el hombre ha construido. 

La propiedad se sitúa sobre un terreno de 62 hectáreas –justo la mitad de lo que mide el Parque de El Retiro madrileño–. Consta de una casa principal de dos plantas y de otra similar para invitados. Los materiales que se emplearon en su construcción proceden de todas las partes del mundo: granito de Indonesia, madera de caoba brasileña, piedra italiana…

Arriba se encuentra el dormitorio más grande de los cuatro existentes, en el que dormir, se dormirá poco, dados los estímulos que llegan del exterior a través de los cristales. La cocina de la vivienda es de tipo gourmet –a saber a qué se referirán con ello–, y entre algunas de las comodidades tecnológicas se encuentra un sistema de audio inalámbrico y unos toldos controlados con mando a distancia. 

El garaje guarda espacio para cuatro vehículos, pero lo mejor está fuera, en la terraza: una sala de estar, una piscina de agua salada de 15 metros de largo, una cascada, una gruta, un pozo de fuego y una cocina al aire libre. En el vestíbulo también se construyó un estanque, de manera que el interior y el exterior de la mansión casi se funden en uno.

¿Qué se puede hacer en tan remoto lugar? A pocos kilómetros se hallan las playas de la Bahía de Hanalei, cerca del Hanalei National Wildlife Refuge o Refugio Nacional de Vida Salvaje de Hanalei. Los más activos prueban con el kayak y practican submarinismo. Aunque, con una casa así, lo primero que se nos ocurriría a nosotros hacer es… nada. Tumbarse a la bartola como mucho.