¿Cuánta agua hay que beber al día (pero de verdad)?
El eterno dilema del agua que has de beber (a diario). He aquí la respuesta. O la más aproximada a una realidad que depende mucho de numerosos factores (edad, constitución física, etc).
Para empezar, los expertos aseguran que el cuerpo es sabio y exige el agua que necesita. Es decir, que hay que beber cuando se tiene sed y asunto resuelto.
Pero no es tan fácil. Muchas veces posponemos el momento de hidratarnos con un buen vaso de agua y resulta adecuado, en ocasiones, poner una meta diaria. O, como mínimo, no olvidarnos.
Se habla de entre 1 y 2 litros diarios de agua como la medida adecuada para mantener una hidratación adecuada. ¿Y cuánto es eso? Pues entre 4 y 8 vasos de agua. Que suele ser el consumo habitual en cualquier persona adulta normal.
Es decir, no hay que obsesionarse por beber agua como si no hubiese mañana.
Pero ¿el agua ayuda a guardar la línea?
Y llega la gran pregunta: ¿beber agua sirve para guardar la línea? Resulta evidente que tras el ejercicio hay que beber mucha agua y que es el ejercio y la vida sana lo que te ayudarán de verdad a guardar la línea.
Pero nada más.
Hincharte de agua no es tampoco bueno. De hecho, la poca hidratación es perjudicial para el cuerpo por dentro y por fuera (véase la necesidad que la piel esté hidratada) pero un exceso de consumo de agua no es recomendable y resulta insano y, sobre todo, absurdo.
No sólo hay que hidratarse con agua
Los expertos aconsejan beber agua, por supuesto. Pero la hidratación no se consigue exclusivamente bebiendo.
Un 80% de la hidratación proviene de la ingesta directa de agua pero un 20% puede venir del consumo de alimentos con alto contenido de agua (frutas, verduras...):
Obviamente que a día de hoy, para hidratarse no es mala idea echar mano de zumos y bebidas elaboradas específicamente para aportar al organismo elementos que mejoren nuestra salud y resistencia física.
Pero volviendo a la pregunta inicial: si se repasan estudios, blogs de expertos en salud, bienestar y deporte, textos médicos, etc lo que se acaba concluyendo es que beber resulta algo tan natural que nuestro cuerpo lo hace (y lo pide) sin grandes complicaciones.
Así que no hay que preocuparse. (Pero si llevas tu botellita de agua en el bolso, mejor que mejor):
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